Tras una nueva, y espero, por favor, sea la última mudanza que hago en unos años, retomo con ánimo el boli y el papel para continuar con un blog que comencé con mucha ilusión.
Al igual que el anterior año, de abril a septiembre, se abre la veda de los tramos bajos de montaña de la provincia en donde vivo.
Son tramos sin muerte donde solo está permitido la pesca con un anzuelo simple y sin la muerte, y por supuesto, la devolución en perfecto estado al agua de las truchas engañadas.
Éste año he podido descubrir nuevos tramos y disfrutar de magníficos rincones y truchas de gran pureza y magnicos colores.
Las siguientes fotos resumen las horas dedicadas a estos animales durante este año, patear orilla espesa, lanzar miles de veces, decenas de aparejos enganchados y cientos de picotazos de los diversos seres del campo en general. Espero que os gusten.
Un saludo amig@s!.
Bonitas fotos!La librea de esas truchas es increíble.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias!!! Si que son espectaculares compañero!!! Un saludo!
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